Los días nublados, nubes negras amenazan con cambiar los planes de las personas, todos tratandole de ganar a la tormenta traducida en horas y horas de espera para llegar a sus destinos.
Es sábado, aparece el sol pero solo es para mostrar que sigue ahi, se vuelve a esconder espantado por el mal clima que se ha adueñado de la ciudad y del país. Mientras camino a recoger la bicicleta los audífonos hacen lo suyo, ponen acorde a cada paso, ponen notas musicales a cada pensamiento y la temperatura no trae más que recuerdos.
El caballero se sube en las dos ruedas que lo transforman en niño de vuelta, pedalea sin destino fijo, pedalea fuerte para sentir el aire en la cara, para redescubrir esas calles ya antes caminadas. Algunas avenidas solas y es el momento para apretar el paso y sentirse dueño de su trayecto, feliz por la fortuna de estar vivo se apura a compartir su alegría con ella, saca de su bolsa el aparato que le ayuda a estar conectado con las personas queridas y escribe en la pantalla.
Retoma el pedaleo, la ruta de regreso nunca debe ser la misma que la de ida y el niño en bicicleta no se ha equivocado, una señora parecida a su madre cruza la calle lentamente a causa de el andar de unas muletas usadas para tratar de hacer la labor de esa pierna que ya no esta, señores que han dejado atrás la juventud del cuerpo pero no del alma bailan al ritmo del danzón, policías tratando de mostrar la importancia de usar humanos y no máquinas para regular el tránsito, familias construyendo recuerdos en ese parque de la ciudadela y justo a punto de terminar el paseo, una sonrisa.
Hay que tener los ojos bien abiertos para apreciar lo que otros por estar dormidos no ven. El clima trae sentimientos como de melancolía pero no hay que confundirse, nunca ha sido una invitación para dejar de querer. Ya en el edificio que desde hace más de un año ha sido su hogar deja el caballo de ruedas para salir a comprar lo necesario para alimentarse. El metro va lento, pero no importa porque no hay prisa. La música en sus oídos llaman su atención, el coro de esa canción pinta de nuevo la sonrisa. Letra que dice más o menos así:
"Y te quiero así: tan satírica y fanática
te quiero así, cuando vives cuando matas con o sin razón
cuando callas cuando hablas cuando amas
Yo te quiero así: cuando alargas en el acto toda mi pasión
Cuando logras estrujarme con fascinación
No pretendo alejarme no quiero, yo no puedo porque te quiero así así, así..."
La mañana ha terminado pero no así el sábado de julio, falta la tarde y la noche.
"Es que te quiero así, yo tengo el gusto de quererte
Te quiero así , no tengo culpa no tengo motivo, no tengo razón"