sábado, febrero 16, 2008

Ayer en el velorio del papá de uno de mis amigos no puede evitar recordar esa poesía tan llena de razón que nos dejo nuestro paisano Jaime.

QUÉ COSTUMBRE TAN SALVAJE...

¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos!, ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.
Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?
Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la caja, la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra, tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no sales.
Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por qué no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos hablaran sus huesos de su muerte? ¿O por qué no quemarlo, o darlo a los animales, o tirarlo a un río?
Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.
"Jaime Sabines"

2 comentarios:

Pustulio dijo...

Jaime Sabines me parece de los mejores poetas en el mundo y el hecho que sea chiapaneco lo hace mas increible.

Pero volviendo al tema tiene razón. Por que lloras cuando lo entierras porque no lo dejas afuera. Es increible lo que las personas hacen cuando alguien muere entiendo que a veces cuesta asimilarlo. Pero Jaime tiene un punto

.d๑ni*! dijo...

a días de que me pasó algo así.