Y allá va de nuevo la señora que vende pozol, gritando de calle en calle, ofreciendo el maiz y las hojas de plátano, todo saben su dolor y todos la compadecemos. El marido ha muerto y ese matrimonio de años no dejo hijos, no dejo alegrías, no dejo motivos para querer volver a empezar de nuevo. Viuda ahora de un alcohólico seguirá contribuyendo a la estampa de esta colonia que se resiste a cambiar pero que poco a poco el tiempo se lleva los personajes encontrando como justificación el llamado ciclo de la vida.
POZOOOOOOL!!
Y al menos yo , no puedo dejar de percibir la tristeza en su andar, la meláncolia en su voz, la ausencia en su rostro.
1 comentario:
q lástima, la llamaremos la sombra por aquello dq se le ve triste, la asocio con el color gris pero con una transparencia jaja, pobre sra y yo q salgo con mis cosas, oie por cierto q a mi m encanta amelie tmbn!!
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