Domingo lluvioso, siempre el agua ayuda a ver las cosas de una manera distinta. Mañana nos volvemos a separar, a estar a una llamada de distancia y mientras escribo esto escucho su risa en la sala, es tan fácil hacerla sonreir. "Unas cosas por otras". Ha sido una semana divertida, unos días llenos de todo y ausentes de nada, mucho que pensar pero sobretodo más por vivir. Visitas de todos lados, abrazos, detalles, sorpresas, días de grandes platillos culinarios, películas memorables, encuentros con formas de pensar que recuerdan lo que era tener 19 años, jornadas laborales mientras todos dejan la energía en balnerarios o en iglesias, cervezas, cumpleaños y pasteles. Unos llegan y otros se van, como la bendita vida. Es curioso, porque no hay fotos para el recuerdo, solo momentos grabados en las cabezas de cada uno de los participantes, supongo que así tenía que ser.
domingo, abril 12, 2009
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3 comentarios:
Yo, me quedo con el sabor de esos ricos tamalitos...
Que gran detalle de tu mami!!!
Y que decir del agua de horchata, nooooo
"mejor, interpreta mi silencio"
lindas palabras... solo nos quedamos con esos momento en la cabeza! no los dejemos borrar!
besos brillantes!
Claro, a pesar de tener hoy en día una cámara a cualquier hora, a veces hay momento que necesitan quedarse en la memoria por que son estos quienes alimentan la esperanza de volver a vivirlos o la inmediatez y tortura de encontarlos cuando menos los necesitamos en todo aquel artefacto esférico y productor de ideas llamado cerebro.
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