martes, enero 08, 2008

Son las 4 de la mañana y nos tenemos que ir. El frío cala pero se siente más cuando uno tiene que partir a otro lugar sin tener las ganas de siquiera llegar. Estar medio dormido es el estado perfecto para viajar y dejar atrás los recuerdos, las películas, los abrazos, los besos, las risas, los olores, los gatos, el departamento, los churros, el clima y sobretodo para dejar en su lugar correcto al hermano sin caer en la actitud del egoísta. Llegar a tiempo a la puerta para que el taxi recoja las maletas no es más que otra señal de lo correcto que resulta por ahora la partida. Y llegamos al transporte que nos llevará al aeropuerto para terminar el recorrido, llegamos y todo marcha bien para nosotros pero no para todos.


No para todos porque justo para empezar el día una señora peleaba con la señorita encargada de los boletos del camión porque esta última no le vendería boleto al retoño de la tan agresiva dama. La tensión iba subiendo con cada grito, con cada amenaza de la señora de hacer lo imposible porque su hijo se subiera y llegará al aeropuerto a tiempo. El reloj avanzaba , la señorita se paseaba con seguridad en que esto acabaría para mal, pero para mal de la señora que a esas alturas no entendia de razones.

En resumidas eso acabo mal, porque a la señora justo cuando se fue el último camion y la señorita le nego el paso a su hijo , se fue con toda violencia contra la encargada justificando la entrada de la policia que la esposo y la llevo a la delegación.

Vaya manera de darle frente a las situaciones de la vida, no cabe duda que somos nosotros mismos los que trabajamos nuestra suerte. Después de ver esa escena, de presenciar esos gritos que solo demuestran el grado de neurósis en la vida de los demás, me da gusto estar aquí y ahora, me gusta estar triste cuando partimos porque así me doy cuenta lo bien que nos la pasamos juntos, me da gusto tener momentos de claridad mental porque asi me doy cuenta de lo que quiero lograr. En fin, el regreso fue dificil, sobrellevar los sentimientos, no subirse al tren de la desilusión, aceptar lo que sucede sin tratar de entender, todo es dificil pero como dicen por ahi...TODO ES PARA BIEN. Y por motivos que no entiendo este 2008 me trae tan buena vibra que es imposible no sonreir aún no teniendo nada en concreto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido completamente con tu última frase. Ando sonrie y sonrie ... no sé de que. Jo jo, este 2008 me trae cosas bellas, lo sé.